BEN-HUR

 




BEN-HUR / 1959

William Wyler, EEUU

Ben-Hur es posiblemente le epopeya épica más importante de la historia, constituyendo un gran hito no solo para el cine peplum, sino también para las películas consideradas blockbuster. Nos encontramos en la época de Jesucristo, y veremos al Juda Ben-Hur (interpretado brillantemente por Charlton Heston) realizar un viaje del héroe para recuperar su vida una vez que su amigo Mesala (Stephen Boyd) le ha arrebatado.

Utilizando el formato Panavision o MGM 65, Ben-Hur pone la guinda y se considera que es el clímax de los 70mm. Para la proyección, la película de 65 mm original se imprime en película de 70 mm. Los 5 mm adicionales son para 4 bandas magnéticas que contienen seis pistas de sonido. El Ultra Panavision 70 se caracterizaba por apostar por dotar al proceso de rodaje lentes anamórficas. Esto suponía una resolución nunca antes vista por lo que fue cuestión de tiempo que el formato se popularizara y que cada vez más directores apostaran por rodar películas así.

¿Y quién no recuerda la carrera de cuádrigas? Una de las secuencias más conocidas de su época, contó con Cannut a los mandos, ya que Wyler confiaba en él plenamente para conseguir el resultado que quería. Accidentes, caballos excelentemente entrenado y toneladas de arena, entre otras cosas, fueron necesarios para rodar esta escena, la cual ha homenajeado hasta el propio George Lucas en Star Wars: Episodio I.

Ben-Hur es una que muchos vemos casi por tradición en Semana Santa. Tiene un gran peso religioso, el cual hemos dejado de ver últimamente en las grandes producciones de Hollywood. En la actualidad, realizadores como Sorrentino, por ejemplo, han decidido por tratar los temas religiosos con otro enfoque, lo que nos lleva a hacernos una pregunta:

¿Lacra la religión la vigencia de Ben-Hur en la actualidad?


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